Fue un día honrado, años atrás, el 4 de noviembre de 1922, cuando ese arqueólogo británico Howard Carter y una expedición egipcia descubrieron una antigua tumba en el Valle de los Reyes. Veintidós días después, Carter desenterró estas estatuas, iluminado por una vela y acompañado por su equipo.
“Detalles de la habitación dentro de una neblina emergieron lentamente, desde los animales tallados en piedra hasta el oro”, escribió Carter. “Estoy asombrado”. Cuando Carter fue preguntado si había encontrado algo, el asombrado arqueólogo respondió: “Sí, maravillas delgadas”.
Encontrar la tumba de Tutankamón fue un hallazgo asombroso que tuvo lugar en el año 1922. El descubrimiento fue realizado por el arqueólogo británico Howard Carter y una expedición egipcia en el Valle de los Reyes. Después de varios días de excavación, lograron desenterrar numerosos tesoros y estatuas dentro de la tumba. Entre ellos, destacaba el tesoro del joven faraón Tutankamón, cuya tumba había permanecido oculta durante más de 3.000 años.
“Creo que no hay nada comparable en términos de riqueza y valor histórico, y en términos de la cultura y el arte capturados”, dijo Tom Mueller, un periodista que escribió un artículo sobre el descubrimiento histórico de Carter y la apertura de la tumba de Tutankamón en la revista National Geographic.
Más tarde se reconocerían los objetos icónicos de la colección, como el sarcófago dorado de Tutankamón, pero incluso los elementos más pequeños, como las joyas de ámbar y las sandalias de madera del faraón, son “obras de supremo arte”, dice Mueller. “No hay duda de que estos tesoros han sido venerados en la conciencia internacional desde 1922”.
Aquí se encuentran algunos artefactos científicos descubiertos de la tumba de Tutankamón, desde los hallazgos más grandes hasta algunos de los tesoros más sutiles.
En la superficie, este objeto de bronce no parece ser una pieza arqueológica fina, pero el dedo del rey Tut también conservaba varios secretos de la antigüedad. “Era un regalo de un rey joven que probablemente tendría que haber pasado como ‘regalos de los dioses'”, dice Mueller, “como alguien de algún poder supremo. Eso es todo lo que se necesita”.
Un sólido-gold-dagger con un ornamental grabado en la hoja también se encontró en los fondos de la momia de Tutankamón. Incluso un pequeño cofre de madera hecho de ébano y cedro, Carter y su equipo descubrieron una colección de objetos conocidos como “el tesoro del faraón”, incluyendo partes de una corona, joyas y sandalias doradas, siempre dispuestas como ayuda para su pecho. Pero además de estos preciosos objetos, había algo completamente inesperado, un pedazo de cuero completado: un pequeño escarabajo.