La piedra Benben es un símbolo del Fénix, que tenía la capacidad de revivir y renacer de nuevo. También representa el ciclo de las estaciones. Fue encontrado en el Templo del Fénix, que se encontraba dentro del recinto del Gran Templo del Sol de Heliópolis. Quizás los egipcios vieron la piedra como la semilla del pájaro legendario, ya que ben significaba “fertilización” en su idioma.

Pyramidion de la tumba de Rer (siglo VII a. C.). Imagen de: George Shuklin/CC BY-SA 3.0Pyramidion de la Pirámide de Khendjer, Museo Egipcio, El Cairo. Imagen de: Juan R. Lázaro/CC-BY 2.0

Según la leyenda, Benben fue el montículo que surgió de las aguas primordiales de Nu, en el que el dios creador Atum (conocido como Atum-Ra y luego Ra, el Dios Solar Supremo) dio forma al mundo. Este es el mito de la creación de la forma heliopolitana de la religión del antiguo Egipto.

Piedra angular reconstruida de una de las pirámides de la meseta de Giza, que simboliza Benben. Imagen de: Jon Bodsworth/Uso libre con derechos de autorProyecto de restauración de la Pirámide Roja de Dahshur. Imagen de: Ivrienen/CC-BY 3.0

En el Libro de los Muertos egipcio hay una referencia a la piedra Benben, que dice:

‘Oh Atum-Khoprer, te elevaste en las alturas, te elevaste como la piedra benben en la Mansión del Fénix en On’.

Los egipcios llamaban “On” al templo del sol en Heliópolis.

Un ejemplo de Pyramidion (RMO Leiden, Saqqara). Imagen de: Rob Koopman/Flickr/CC BY-SA 2.0

La forma de las pirámides se inspiró en el Benben. La piedra también se conoce como piramidión (otros ejemplos de piramidiones han sobrevivido y pueden encontrarse en museos). Otros se han referido a ella como la Piedra del Destino. Los poderes míticos de la piedra interesaron a los hombres poderosos y se hicieron esfuerzos para localizarla. Se creía que la piedra tenía la capacidad de iluminar a la persona que se encontraba en su entorno y era capaz de producir poder místico.